domingo, 26 de agosto de 2012

Inciso.

"Cuenta a todos que lo sabes.
Cuando incendias sin querer,
sabes que alguien más se rompe.
Sabes que todo lo rompes."

jueves, 23 de agosto de 2012

Al vacío. Miradas incómodas.


Bailaba. Nunca le importó por qué. Hasta que la música cambió el registro, y el giro se hizo brusco, se hizo lento. “¿Dónde está mi dulce vértigo?”
La cuerda, tensa, siempre recta. Siempre arriba. Nunca le ha gustado.
Pies descalzos. Que se agarran, que resbalan.
Su vestido morado jugando con el viento.
Le encanta ondularlo, justo antes de hacerla caer.
Y cuánto le gustaban las escaleras de piedra, para volver a subir.
El tacto, duro y frío. El color de las cenizas que volaron. Cómo parecían no tener fin.
Y escuchar, desde arriba, el eco de sus pasos, que suenan a tropiezos. A fracasos embotellados que no dejan de vagar por el mar, pero se pierden.
No sé seguir.
He perdido. Palabras en recuerdos. Recuerdos, que no olvidados. Pero están perdidas.
Sin acorde exacto.
Paraguas rima con besos. Delicados.
No se gastan. Se rompen. Pero quedan. O se marchan. Los pedazos. ¿Aire?
Se los lleva. Tiene pocos. Muchos. Y me suelta el pelo.
Y jugamos. A trazos. Con las pompas de jabón, haciendo como que existes. Y nos miramos.
Y nos quedamos. Con los pedazos.
Y olvido, del verbo lengua.
Y rebusco. Los busco. Y llueve. Los toco.
Los siento. Lo siento. Corta. 
Los tiro. Me voy.
Me voy. Despedida sin. Mirar.
Y. Cosido entre paréntesis. Adiós. 

martes, 14 de agosto de 2012

Roma Romaní


 "Roma Romaní no es una princesa como las demás.
Su palacio es un carromato tirado por un viejo jamelgo.
Su reino no tiene límites,
y ha dado varias veces la vuelta al mundo.
Su padre no tiene corona. Todos sus dientes son de oro, y ese es su único tesoro. 
Va de pueblo en pueblo, acompañada de toda su corte, 
para presentar sus actuaciones.
Roma es una artista de círco; su número preferido: 
atarse a una cuerda y girar, girar, girar…hasta tocar las estrellas."