Estas noches sola, en
las que todo es mío. Esta música que sólo estoy escuchando yo; conciertos de
interior. Esta risa sin cómplice que rompe el silencio de nadie. Este alcohol
que escuece sin nombre, y se ahoga en el humo de un cigarrillo en labios de
quien no suele fumar. Bukowski, que esta noche me tiene de amante, compartiendo
mis ojos con relatos de Poe, hasta que mis párpados no quieran más. Copas de
vino (y se fue) que se estrellan en francés; por leer a Baudelaire a estas
horas. Mi alfombra, que cada par de
horas me invita a la última cerveza –quién sabe con qué propósito, si ya me ha
visto descalza-. Luces tenues que creen iluminar a Marilyn posando para Warhol,
mientras mi gato me observa aburrido. Paredes que ya se saborean los versos que
tienen escritos, de memoria y de repente. Fresas (y frases) con azúcar, porque
es verano y está la ventana abierta.
Y al final “je ne t’aime
plus, mon amour”, porque pa’ qué. Con lo bien que sienta este egoísmo de
universo concentrado, estos acordes sin dedicatoria, y este escalofrío que no
recuerda a nadie.
Me ha encantado.
ResponderEliminarUn beso (y quién sabe qué más)
Me alegro de que te encante (y quién sabe de qué más)
ResponderEliminar^.^