sábado, 29 de agosto de 2015

Música

Y de repente la canción
 y la lengua
se cuelan en mi boca,
como el humo de un sueño
que siempre fue verdad
pero no podía ser
con los ojos cerrados.
Me toca
y sueno a vértigo …
el dulce vértigo que nunca me sacia.
Y muerdo;
por no gritar
-no tan alto-
Porque ni siquiera sabría qué decir.
Mas que tu nombre.

Música.

No hay comentarios:

Publicar un comentario