jueves, 4 de octubre de 2012

Insomnio asfixiándose en humo. Letras ahogándose en café. Me echo de menos. Otra vez.

La nada sueña música, en los vértices más vacíos. Hasta del silencio. La melodía. Aún no inventada, latía en sus ojos. Disonante. Caos organizado entre los dedos, que retorcían colores diluidos. Sombras descorazonadas de realidad y perfección. Donde me llueves a errores. Y ya no sé si el amor es por la piedra o por el intento.

1 comentario: