Como cuando las cenizas queman, pero el fuego está apagado.
Me fallan los ojos. Como si el frío despeinase las pestañas y vaciase las cuencas.
Me fallan los ojos. Como si el frío despeinase las pestañas y vaciase las cuencas.
Me fallan las piernas. Como si tener un rumbo fijo hablase
de cornisas sin vértigo, pero igualmente suicidas. Involuntarias.
Me fallan las manos. Como si el temblor de las páginas de un
libro se hubiese pegado a mi piel.
Me fallan las cuerdas vocales, como si supieran del
equilibrio y sonrieran sin piedad alguna.
Pero lo peor. Me fallan las letras. Como si me las hubiesen
amputado las ganas atadas a la cama. Como si no supiese qué falla, y no pudiese
arañarlo en el papel. Como la tinta hirviendo en las venas, pero sin llegar a desangrar.
Me fallo. Otra vez. (Dis)continuamente.
Por eso me río. Me río cada vez que haces una mueca triste, porque
no sabes qué has hecho mal, ni cómo me has herido.
Como si fueses capaz de hacerme ni la mitad de daño que me
hago yo misma.
Como si alguna vez hubiese(s) sabido mantenerme respirando.
''Como cuando las cenizas queman, pero el fuego está apagado''
ResponderEliminarMuy buen blog.
Pasate si puedes http://corazonescoleccionables.blogspot.com.es
Muchas gracias. Me pasaré =)
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