jueves, 21 de julio de 2011

Más caos. Vuelven las contradicciones... Equilibrio inestable, reír y llorar..

¿Qué estoy haciendo aquí?

Se acabaron los días de paz. Parece que mi cabeza ha decidido romper el descanso que me estaba dando. Y vuelve todo de nuevo.
¿Por qué soy yo, y no otra persona? ¿Por qué identifico ese objeto que estoy viendo como algo llamado “mesa”? Las imágenes llegan a mis pupilas, mi cerebro procesa la forma, el color… et voilà! Una mesa.
Palabras. Nombres.
Nimiedades.
Ya llega lo difícil.
El antes. El pasado. Debería ayudarnos, darnos experiencia, hacernos más fuertes… Pero más que ayudarnos nos condiciona. Lo único que pediría de mi pasado, es poder mirar atrás, y decir : « Viví. Hice aquello que quería hacer »
Sin embargo no estoy segura de poder hacerlo, a pesar de que mi pasado me abruma. ¿O mis pasados ? Está ese pasado cercano, que no entiendo y que se me escapa. El pasado un poco más lejano, que añoro y me hizo como soy ahora. Y el pasado aun más distante… los años en blanco, que ni siquiera soy capaz de recordar. (Quizá sea lo peor de que todo de un giro, de que tu corazón se rompa… el olvidar cómo eras antes, y no poder volver atrás al recuperarte).
¿Demasiados cambios ? ¿Demasiado rápido ? Las cosas no se paran, ni esperan a que decidas, o te adaptes. El tiempo sigue en marcha aunque necesites un descanso, y se te escapa mientras estás sentado recuperando el aliento o preparándote para lo que se avecina.
El mayor arrepentimiento del ser humano no se produce por errores que se han cometido, si no por cosas que no hicimos.
Tengo la angustiosa sensación de haber vivido mil vidas, mil años… No debería ser así. Que contradictorio, ¿no? Sentir que has vivido demasiadas cosas, y sentir que no has vivido y aprovechado el tiempo lo suficiente. Todo es contradictorio…
A veces me gustaría poder dar las gracias por ignorar algunas cosas.
Y todo se me echa encima otra vez. Algo en mi cabeza me devora. Todo revuelto. Papeles quemándose en una hoguera medieval, marchitos, gastados, frágiles y volátiles, pero ardientes.  Letras… Millones de letras. Portadas, distintos tactos, distintos colores… Miles de libros añadiendo información, agregando imágenes de numerosos mundos que no existen… El olor de páginas gastadas y de páginas nuevas. El resplandor de las llamas… Mil melodías danzando alrededor del fuego... Mil voces...
Optimismo. Felicidad.
 Hundirse en las profundidades, donde no hay corales ni pequeños peces de neón.
Montañas rusas, que suben y bajan, y alcanzan los trescientos kilómetros por hora. Que dan tantas vueltas, que en uno de los giros ya no sabes dónde estás, ni a dónde te diriges.
Ponerte frente a un puzle de un millón de piezas, y asimilar la imagen por formar, y las diminutas imágenes por unir.
Caos organizado.
Todo en orden. Se acabó. ¿Dónde está todo?
Para. Para. Para. Para. Sigue.
Sí. Sí. Sí. Sí. No.
Pájaros revoloteando por el cielo. Árboles enormes. El olor y el sonido del mar… Todo un mundo de maravillas por ver, colmado de cosas que escuchar, repleto de historias que leer e inventar… Invitándonos a hacer un millón de cosas que aun no hemos provado.
Limitaciones. Ojalá no existieran… ¿Existen ?
 « PERSEGUIR LAS ESTRELLAS PARA NO ACABAR COMO UN PEZ EN UNA PECERA. »
-We can do what we want-

PS: Perdón por el sin sentido y el desorden de las palabras... No he podido darle la forma que quería al texto, es todo un caos sin orden ni concierto, pero es todo lo que mi mente puede ofrecer. Simplemente había "overbooking" de pensamientos y necesitaba dejar escapar algunos, aunque fuese de malos modos ^^

2 comentarios:

  1. Joíaaa, cambia el color de la letraaaaa!! xD

    Muah!

    ResponderEliminar
  2. Jajaja Sabía que lo pondrías por algún lado xD
    No insistas, no lo haré.... muahahaha

    Muakis =P

    ResponderEliminar